LA MUJER Y EL MAR
¡ Mujer libre, tu siempre preferirás el mar!
La mar es el espejo en que tu alma se mira,
en su onda infinita eternamente gira,
y tu espíritu sabe lo amargo saborear.
Hundiéndote en su seno, desnudo para el viaje,
la acaricias con brazos y ojos; tu corazón
se distrae muchas veces de su propia canción
al escuchar la suya, indómita y salvaje.
Las dos sois tenebrosas y a la vez sois discretas:
mujer, nadie ha llegado al fondo de tu abismo;
¡oh mar!, nadie ha llegado a tu tesoro mismo;
¡con tan celoso afán guardáis vuestros secretos!
Y entre tanto que pasan siglos innumerables,
sin piedad y sin miedo una y otra las atacáis,
de tal modo que la lucha y el combatir amáis,
¡oh eternas luchadoras, oh hermanas implacables!
contra viento y marea os amais